Se trata de Iara Reynoso, una mujer de 30 años que falleció en la madrugada de este viernes. Fue encontrada dentro de una casa de un hombre a la que había asistido tras una salida. Presentaba sangrado en el rostro, por lo que la policía investiga lo sucedido. Ya viajó su padre y otros familiares hacia Pipa.
La muerte de una mujer marplatense de 30 años en la playa brasileña de Pipa es investigada por las fuerzas policiales del estado de Río Grande do Norte por sospecharse que puede tratarse de un asesinato.
Iara Reynoso fue hallada en grave estado dentro de una casa a la que había asistido, de acuerdo a informaciones extraoficiales, luego de una fiesta en una embarcación.
LA CAPITAL pudo contactarse con autoridades diplomáticas argentinas en el consultado de Recife, con jurisdicción en siete estados del nordeste, que confirmaron que Jorge Reynoso, padre de la mujer, viajaba junto a otros familiares para interiorizarse de lo ocurrido con su hija.
Las personas que encontraron a Iara Reynoso en la vivienda de Pipa, al notar que no reaccionaba y que presentaba algunos rastros de sangre en el rostro, decidieron trasladarla hasta un centro asistencial donde constataron su fallecimiento.
“No es mucho lo que se sabe aun porque es todo muy reciente, pero ya se iniciaron las gestiones para conseguirle un alojamiento a los familiares que viajan y ponerse a disposición”, dijo una fuente del consulado en Recife que tiene como máxima autoridad al cónsul Alejandro Funes Lastra.
La Cancillería Argentina ya fue puesta en conocimiento a través de la oficina de Asuntos Consulares de argentinos en el exterior y se coordinarán las acciones para un seguimiento de la investigación policial.
En principio el cuerpo será sometido a un estudio forense para determinar el causal de muerte y de ese modo conocer si hubo participaciones de terceras personas.
Pipa es una playa muy visitada por marplatenses que pertenece a Tibau do Sul, una pequeña prefectura a 40 kilómetros de Natal, capital del estado de Rio Grande do Norte. Muchos marplatenses viajan en busca de olas para practicar surf y suelen permanecer en diversos trabajos.
Trascendió que Iara Reynoso llevaba ya varios meses radicada en el lugar y que contaba con numerosos amigos, algunos de los cuales fueron los primeros en enterarse de lo ocurrido y comunicarlo al consulado.